lunes, 12 de diciembre de 2016

5 razones por las que sembrar tu sangre

#5razones

1-. La recoges y preparas para ofrecerla a la tierra, no la tiras como si fuera basura; tu relación con ella cambia, sin darte cuenta empiezas a tratarla y a mirarla con mimo y respeto, la esperas, la recibes y la despides. Nace algo nuevo entre ambas que ya nunca vuelve atrás.

2-. Entregas parte de ti a la Tierra, que se queda con lo que tú ya no necesitas y lo transmuta como sólo ella sabe hacerlo, además de aprovechar los nutrientes que contiene tu menstruación.

3-. En ese acto de entrega, además de nutrientes se intercambian datos y se crea un irrompible vínculo a nivel energético. Esa tierra te conoce y tú la conoces a ella. Se puede notar en la actitud de su flora y su fauna, en la energía que desprende a tu paso para que se entremezcle con la tuya. Te recibe y te quiere, pues sabe quién eres.

4-. Ayudas a plantas, árboles y arbustos a crecer fuertes y sanos; además, como llevan parte de ti en sus cuerpos, sus frutos te benefician pues la tierra analiza los nutrientes que te faltan y te los aporta a cambio en forma de sabroso alimento.

5-. Haces que renazca en ti esa esencia femenina ancestral que desconocías porque esperaba dormida tu llamada. Entregando tu sangre a la tierra sanáis tú y todo tu linaje, además de colaborar en crear una enorme red de mujeres que queremos volver a los orígenes.

Sembrar nuestra sangre es un pequeño-gran paso para reclamar y aceptar nuestro lugar. Facilitemos el camino a las que vendrán.


¡#SiembraTuSangre y difunde!


martes, 6 de octubre de 2015

Sin miedo, sin rechazo, sin tabú

Tengo la suerte de compartir momentos y secretos con niñas que están en las puertas de la menarquia, o las acaban de cruzar. Y siempre pasa lo mismo: ponen caras raras al principio ("¿de qué me está hablando esta?"), luego abren los ojos y escuchan con curiosidad y, finalmente, preguntan. Todo.
En el tiempo que llevo tratanto el ciclo menstrual con niñas he visto que es muy fácil, ellas te guían, ellas saben lo que quieren saber, saben cómo preguntar para entender la respuesta, tienen la curiosidad y las ansias de saber intactas. Eso es maravilloso. Es la puerta que ellas abren para que les entreguemos toda la información. No hay que tener miedo de dársela.
Digo esto porque compartiendo con ellas, detrás de cada risa nerviosa, se ven los tabús (cuerpo, sexualidad, desnudez, entre muchos otros) que les hemos dejado en herencia quienes caminamos delante. 

Es entonces necesario atravesar esos tabús y romperlos, aunque sea un poco. Darles ese ejemplo, contrario al que se ha venido dando. Porque cuando creamos la confianza necesaria para sacar el tema, cuando somos capaces de esperar a que se calme la risa y se formule la pregunta, ahí debemos ser capaces de responder. En ese instante ellas quieren saber y se abren, escuchan atentas, se quitan la vergüenza y se atreven a preguntar, se permiten entender, piden ejemplos y lenguaje claro. No puede temblarnos la voz. No podemos repetir el mismo mensaje, ni utilizar evasivas. Ellas tienen derecho a saber. No sé a vosotras, a mí me quitaron ese derecho y pretendo recuperarlo sabiendo y ayudando a saber. 

Cuando en el colegio se trata el tema, cuando a alguna amiga "le ha venido", cuando se ve cercano eso que también me va a pasar a mí, nace entonces la curiosidad y se mezcla muy fácilmente con el miedo y el tabú grabados a fuego, con los pensamientos propios de la adolescencia que sentencian a madres y padres como persona non grata ante cualquier tema relacionado con su intimidad. Hay que entender que si la losa del tabú pesa sobre nosotrxs, lxs adultxs, ellas la sostienen en gran medida. Si no nos enfrentamos nosotrxs esos a miedos callaremos, sin querer, sus ansias innatas (y necesarias) de saber.

Lxs niñxs de hoy son lxs adultxs de mañana. 
¿Cambiamos el mundo?

Banksy

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viernes, 7 de noviembre de 2014

Próximo taller

El próximo 2 de diciembre se realiza el taller Menarquia en Barcelona. En este encuentro las niñas aprenderán el funcionamiento del ciclo menstrual a nivel físico, mental, emocional y energético. El objetivo de este taller es que las niñas reconquisten su cuerpo entendiendo la ciclicidad de éste y cómo aprovecharla a su favor. 
Es un espacio de concienciación y conocimiento en el que la niña recibe la información necesaria para respetarse y aceptarse por lo que es, partiendo del inicio de algo tan trascendental como lo es la menstruación al cuerpo femenino.


Para asegurar que las niñas puedan expresarse libremente y evitar que se sientan cohibidas, lxs padres y madres no asistirán al taller. Para aquellxs madres y padres interesadxs en saber más antes del taller está prevista una charla explicativa en la que conocerán el centro en el que se va a impartir y a mí. En ese espacio podrán resolver todas las dudas y realizar todas las preguntas que quieran. La charla se realizará un día antes que el taller, el 24 de noviembre a las 19horas.


Si estás interesadx en que tu hija o cualquier niña cercana a ti participe en el taller, escribe a talleres@energiaenfemenino.es o a pepaterapias@gmail.com, o contacta en los teléfonos 652 640 849 (Lara) o 633 971 293 (Pepa) y reserva tu plaza.
Son limitadas.

Aportación 15 euros.

lunes, 13 de octubre de 2014

Próximo taller

El próximo 5 de noviembre se realiza el taller Menarquia en Barcelona. En este encuentro las niñas aprenderán el funcionamiento del ciclo menstrual a nivel físico, mental, emocional y energético. El objetivo de este taller es que las niñas reconquisten su cuerpo entendiendo la ciclicidad de éste y cómo aprovecharla a su favor. 
Es un espacio de concienciación y conocimiento en el que la niña recibe la información necesaria para respetarse y aceptarse por lo que es, partiendo del inicio de algo tan trascendental como lo es la menstruación al cuerpo femenino.


Para asegurar que las niñas puedan expresarse libremente y evitar que se sientan cohibidas, lxs padres y madres no asistirán al taller. Para aquellxs madres y padres interesadxs en saber más antes del taller está prevista un charla explicativa en la que conocerán el centro en el que se va a impartir y a mí. En ese espacio podrán resolver todas las dudas y realizar todas las preguntas que quieran. La charla se realizará dos días antes que el taller, el 3 de noviembre a las 19horas.


Si estás interesadx en que tu hija o cualquier niña cercana a ti participe en el taller, escribe a talleres@energiaenfemenino.es o a pepaterapias@gmail.com, o contacta en los teléfonos 652 640 849 (Lara) o 633 971 293 (Pepa) y reserva tu plaza. 
Son limitadas.

Aportación: 15 euros.

miércoles, 1 de octubre de 2014

3 razones por las que las niñas deben saberlo todo acerca del ciclo menstrual

Mi padre me dijo una vez, mientras preparaba un taller sobre el ciclo menstrual: "ojalá yo hubiera sabido esto cuando te vino la regla, para poder explicártelo".
Reconciliarme con mi ciclo menstrual y, por lo tanto, con el ritmo de mi cuerpo, me ha cambiado la vida. Así que tenía razón mi padre; si yo hubiera sabido desde el principio todo lo que sé ahora sobre este tema tan trascendental en la vida de las que habitamos el cuerpo femenino habría hecho muchas cosas de otra forma.

Ese es el principal motivo para difundir esta información, ya no entre las mujeres adultas (que también, más vale tarde que nunca) sino entre las niñas, esas personitas que en no mucho tiempo serán mujeres hechas y derechas con un cuerpo cíclico con el que convivir. Eso no siempre es fácil, sin información mucho menos.

¿Por qué tu hija debe saberlo todo acerca del ciclo menstrual? Aquí tienes 3 razones:

1. La relación que tenga con su menstruación estará muy relacionada con la relación que tenga con su cuerpo. El cuerpo femenino es adorado en la teoría, y castigado en la práctica. La presión social que recae sobre las mujeres es asfixiante y enfermiza; la imposición de ser agradable y perfecta sigue estando presente bajo la careta de la estética, llevada a extremos imposibles. Esta "cultura" vende el cuerpo como algo estático, sin cambios ni imperfecciones, por tanto excluye completamente nuestra naturaleza cíclica etiquetándola de lacra y castigo divino. Si la menstruación es considerada algo sucio el mensaje que nos llega es que algo en nosotras no está bien; sin embargo, comprendiendo cual es su papel, cual es su importante y poderosa función, tomamos consciencia de que el error no está en nosotras. Respetando nuestro ciclo respetamos nuestro cuerpo y, por tanto, a nosotras mismas. Es difícil que te falten al respeto si tú te respetas, pues no lo permites.

2. Conocer el ciclo menstrual y sus fases nos permite conocernos al máximo. El ciclo menstrual es, durante unos 40 años, el patrón que controla nuestras emociones, estados de ánimo y actitudes frente a la vida. Ignorarlo sólo consigue desconectarnos de nosotras mismas y que no podamos desarrollar plenamente las capacidades que nos aporta con cada una de sus diferencias, además de vivir sensaciones y situaciones no muy agradables por desconocer el porqué de lo que nos pasa. Adaptar nuestra vida a los ciclos vitales de nuestro cuerpo nos permite vivir en armonía con nuestras necesidades físicas y sacar el máximo partido de lo que nos ofrece cada una de las cuatro fases que vivimos cada mes. Cuando nos reconocemos en cada una de nuestras fases y las identificamos sin problema, el ciclo menstrual se convierte en un genial aliado de nuestra organización cotidiana.

3. Ligada a la razón anterior, el conocimiento de nuestro ciclo nos permite tener el control sobre nuestra fertilidad y, por consiguiente, de nuestra sexualidad. Esto implicará, sin lugar a dudas, querer tener un máximo de información sobre los métodos anticonceptivos y es muy probable que los hormonales, muy perjudiciales aunque archiconocidos por su comodidad y despreocupación, queden descartados por su manipulación del ciclo menstrual ante opciones más saludables, naturales y recomendables. 

Podríamos encontrar muchas más pero creo que estas tres razones son las más importantes, al menos lo han sido para mí. Como decía al principio, si yo hubiera tenido esta información en mi poder al recibir mi primera menstruación no habría sentido miedo, ni un posterior rechazo contra ella y contra mi cuerpo, no habría tomado píldoras anticonceptivas durante varios años desconectándome de mi cuerpo y mis ciclos naturales.
Yo descubrí todo esto con 25 años, y recibí mi primera menstruación a los 11. Uno de los principales objetivos de este taller es que las niñas de hoy no tengan que esperar tanto para entender lo que su cuerpo quiere decirles.

Si estás interesadx en que tu hija o cualquier niña de tu entorno participe en el taller o quieres organizar uno, escríbeme a talleres@energiaenfemenino.es.

viernes, 19 de septiembre de 2014

Opiniones: Madres e hijas hablan sobre el taller

En esta entrada se irán actualizando las opiniones que estoy recibiendo sobre el taller 
Menarquia, ciclo menstrual para niñas.

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"El taller Menarquia, ciclo menstrual para niñas me pareció muy, muy interesante y agradezco mucho a Lara que le haya explicado a mi hija de manera tan natural y sencilla algo que a mí me hubiese resultado mucho más complicado.
Sobretodo me gustó la parte en que trata del respeto al propio cuerpo como base para exigir que los demás también lo respeten.
Muchas gracias y ¡¡¡Adelante!!!"
Esther, madre de una participante.

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"Hola Lara,
Te escribo para comentarte que el 28 de agosto mi hija tuvo su primera regla, mientras estábamos de vacaciones. Sorpresa, un poco de nervios y gran alegría, fueron las emociones en ese momento. Ella lo ha llevado muy bien, como la niña tranquila y madura que siempre ha sido. Se sorprendió de ver que no le dolía nada y que podía hacer sus actividades como siempre. Está deseosa de poder contárselo a sus amigas de cole!!
Creo que fue todo un acierto que pudiera hacer el taller contigo. Me gustaría que nos enviaras el material sobre el que trabajasteis en el taller, para repasar algunas cosas, ya que creo que dijiste que lo podrías enviar por e-mail.
Quería darte las gracias por la ayuda que le has prestado a mi hija y animarte a que sigas ofreciendo estos talleres para niñas.
Te enviamos las dos un fuerte abrazo.”
Cristina, madre de una participante.

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"Gracias a lo que ha aprendido mi hija en el taller he comprendido muchas de las cosas que me han pasado a mí a lo largo de mi vida. Estoy feliz de saber que ella sí tiene la oportunidad de entender su cuerpo y no rechazar su menstruación. Estoy feliz de que me enseñe. Gracias por ayudarnos a saber."

Carolina, madre de una participante.

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"Nunca había considerado que el ciclo menstrual fuera algo tan importante. Para mí ha sido siempre una molestia y pensaba que para mi hija sería igual. Pero la información del taller que da Lara me llamó mucho la atención y no me equivoqué. Mi hija está deseando que llegue su sangre, como ella dice, y eso tiene muy buena pinta. Miles de gracias! Te avisaré cuando reciba su menarquia!"

Núria, madre de una participante.

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Fotograma de la película "Charlie Chaplin & 'Fairies' in Sunnyside".

martes, 9 de septiembre de 2014

Eco-Menstruación: la alternativa

La menstruación nos acompaña durante una media de 37 años. 37 años en los que, cada mujer, cada mes, utiliza unas 16 compresas y unos 8 tampones. Al menos yo utilizaba eso, como mínimo. Es evidente que las compresas y tampones desechables juegan un penoso papel contra el medio ambiente, pero no lo es tanto el efecto que tienen en nuestros cuerpos. 

Es tal la lucha de este sistema para convertir la menstruación en algo vergonzoso y anti-higiénico que las grandes empresas del sector de la "higiene femenina" se esmeran enormemente en atiborrarnos de productos anti-olor y anti-vista; eso se consigue con productos químicos y plásticos nada recomendables para nuestro cuerpo, que no hacen sino desconectarnos de nuestro ciclo natural. Debido a esos productos tenemos una imagen completamente distorsionada de la realidad, pues resulta que la menstruación no apesta, ni es asquerosa, ni es tan abundante como pensamos. Además, el hecho de tirarlos a la basura convierte a nuestra sangre en basura.

Hoy en día podemos disfrutar de productos de eco-menstruación que respetan el planeta, nuestro cuerpo y nuestro bolsillo, pues a pesar de ser más caros duran muchísimo tiempo. Es una muy buena inversión, podéis hacer el cálculo del dinero que nos ahorramos aquí

Además, hay para todos los gustos y colores:

En primer lugar, las compresas de tela. Hay quienes dicen que es una vuelta atrás, pues no hace tanto tiempo se utilizaban trapos de tela a modo de compresas. Mi respuesta es que quizá nunca debimos salir de ahí en este aspecto. 
Las compresas de tela están realizadas con productos que permiten la transpiración, de forma que los posibles olores se disipan y la piel no sufre irritación. Si además son ecológicas, mucho mejor. 
A diferencia de los antiguos trapos, estas compresas tienen formas y tamaños diferentes, tienen alas y se colocan con un simple click que las mantiene sujetas a la ropa interior sin prolema. Tienen dentro una esponja absorbente que aguanta tanto o más que una compresa desechable. Lavarlas es tan sencillo como dejarlas en remojo en agua fría o sostenerlas bajo el grifo, justo al quitarlas, cuando la sangre todavía no se ha secado. Se dejan secar y están listas para usar a las pocas horas. Al finalizar los días de menstruación pueden lavarse en la lavadora. Con unas 8 o 9 compresas es suficiente, se pueden tener tres de cada tamaño, pequeñas, medianas y grandes, eso ya depende de la cantidad de menstruación de la niña o mujer. Dependiendo del tipo de material y de su calidad, pueden llegar a durar un mínimo de 5 años.

En segundo lugar, los tampones de esponja marina. No recomiendo mucho su uso debido a que, si todas las mujeres nos pusiéramos de acuerdo, las acabaríamos extinguiendo. No es el más sostenible, pero sí lo recomiendo para las niñas más pequeñas, durante las primeras reglas. Generalmente vienen dos esponjas, y hay que cortarlas en trozos para hacer los tampones. Así de sencillo, se introduce en la vagina y ni se nota, se amolda a los movimientos y no es violento para las niñas porque se puede llegar a hacer muy estrecha cuando se aprieta. Lavarlo es tan simple como ponerlo bajo el grifo e ir apretándolo bajo el agua hasta que quede limpio. Se deja secar y listo para volver a usarlo. Con dos esponjas es más que suficiente para unos dos años de tiempo. Sus ventajas ante el tampón desechable es que no contiene químicos ni deja restos en la vagina y, de dejarlos, estos no afectan para nada al cuerpo pues son completamente naturales; además, al estar completamente introducido en la vagina protege de las infecciones que el tampón produce en muchos casos, por absorver el orín a través del cordón que cuelga hacia el exterior exponiendo a la vagina a sus bacterias. Son sencillos y cómodos de usar, por ello no es mala idea que las niñas experimenten con ellos antes de pasar a algo que, de entrada, les puede resultar más violento, como la copa menstrual, pero que es mucho más recomendable por ser algo fabricado y no algo que se obtiene de ecosistemas marinos.

En tercer lugar, la copa menstrual. Es, en mi opinión, el mejor método de todos pero entiendo que, para las niñas, no debe ser el primero que se contemple. Se trata de un recipiente hecho de silicona médica hipoalergénica que se introduce en la vagina y, haciendo ventosa, recoge el flujo menstrual sin temor a pérdidas. Es como un tampón pero, igual que los tampones de esponja marina, protege de infecciones por estar completamente introducida en la vagina. Además, es infinitamente más cómoda por su material blando y su forma suave. Realmente es fácil olvidarse de que la llevas puesta, increíblemente cómoda para hacer cualquier actividad.
Lavarla no podría ser más sencillo. Cuando se vacía se le pasa un agua y cuando la menstruación se va, simplemente hay que hervirla durante 3 minutos en agua, sin jabón y sin nada, y guardarla en su bolsa de algodón hasta el próximo periodo.
Hay diferentes tallas, dependiendo del fabricante, pero las más comunes son dos. Existe alguna marca que las tiene para niñas menores de 18 años, pero no es la norma. También las hay de diferentes colores, aunque yo recomiendo la transparente; la copa es el único método que permite medir realmente la calidad y cantidad de la menstruación, muestra el color, el olor, la cantidad y la textura y, si la copa es de color, puede despistar. Conocer el aspecto de nuestra menstruación sana nos permite darnos cuenta cuando algo no está bien o está fuera de lo común, es importante para adelantarnos a posibles patologías.

En el mercado hay un sinfín de marcas, modelos y tipos de todos estos productos. Es algo que merece la pena ofrecer a las niñas. Estos métodos alternativos nos obligan a dedicarnos un rato, a lavar, a tocar, a mirar nuestra menstruación; sin duda eso cambia la relación con nuestro cuerpo y, por tanto, el concepto que tenemos de él y de nosotras.